Sueños premonitorios. ¿Realidad o superstición?
¿Existen los sueños premonitorios?
A veces sucede que uno sueña con personas o eventos y luego se encuentra, en los días siguientes, presenciando la realización del sueño en la vida real. En este tipo de sueño es muy frecuente anticipar acontecimientos poco propicios en cuanto al estado de salud o acontecimientos potencialmente peligrosos en cuanto a la vida del soñador o de un pariente.
¿Está bien fundado pensar que estos sueños son premoniciones reales, información que, rompiendo las barreras del tiempo y el espacio, viene a nosotros para advertirnos? Si pensamos en el sueño como el lugar donde consciente e inconscientemente se comunican a través de un lenguaje perteneciente a una humanidad atemporal, la respuesta es: Sí, los sueños premonitorios existen.
¿Pero es posible reconocer los sueños premonitorios? Según algunos estudiosos y psicoanalistas sería posible, en ciertas circunstancias. En particular, hay dos características esenciales para que los sueños sean premonitorios: el hecho de que sean recurrentes y al mismo tiempo cargados emocionalmente. En resumen, si se repite un sueño con frecuencia y se despierta por la mañana bastante agitado y sin palabras, es probable que una cierta situación pueda volver a ocurrir en la vida real. Es una posibilidad, seamos claros, no una certeza.
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¿Se pueden interpretar los sueños premonitorios? Partamos del supuesto de que todos los sueños pueden ser interpretados, siempre que seamos capaces de recordarlos bien una vez que estemos despiertos y podamos recurrir a algunos detalles secundarios pero esenciales que han aparecido en el curso de nuestra experiencia onírica. Asumiendo entonces que podemos reconocer (¡por difícil que sea!) un sueño premonitorio, entonces sí, la respuesta sólo puede ser afirmativa: interpretar un sueño premonitorio es posible.
Es como si una parte de nosotros de alguna manera entrara en contacto con el "proyecto general" más amplio del inconsciente colectivo, del que extrae información. Para Freud no hay sueños premonitorios, sólo coincidencias. La posición de Jung es completamente diferente. Jung distingue dos tipos de sueños: los pequeños, es decir, aquellos que tenemos sin conservar recuerdos u otros rastros importantes; y los grandes sueños, es decir, acontecimientos excepcionales en los que, a través del sueño, es posible entrar en contacto con energías de naturaleza "arquetípica", custodias de esos datos primordiales, innatos y heredados de la mente humana que nos ponen en condiciones de prever acontecimientos de otro modo inexplicables con los únicos elementos de la vida individual del soñador.
Mensajes de los dioses
En la antigüedad, los sueños se consideraban mensajes de los dioses. Se creía que los sueños actuaban como un puente entre el mundo humano y el mundo espiritual permitiendo la comunicación de las revelaciones de los dioses o demonios. Por lo tanto, los sueños se utilizaron para el asesoramiento y las predicciones.
Un testimonio autorizado del valor espiritual de los sueños en la antigüedad lo da la Biblia. Los sueños y visiones descritos en la Biblia son de naturaleza profética: José recibe en un sueño la noticia de la concepción sobrenatural de María; es también en un sueño que Dios le advierte que huya a Egipto; en el libro del Génesis Dios habla en un sueño a Jacob, mostrándole la escalera que se extiende hasta el Cielo.
Tomás de Aquino, en la Suma Teológica, considera los sueños sujetos a influencias sobrenaturales, a veces de matriz demoníaca. Dios revela ciertas cosas a los hombres en sueños por medio de los ángeles.
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La teoría racionalista
En una interpretación más empírica, en cambio, el sueño premonitorio no sería más que una deducción inconsciente extraída de la experiencia cotidiana, que reconstruye y vuelve a proponer posibles situaciones y comportamientos en los sueños.
En otras palabras, durante el día nuestro cerebro registra de forma más o menos consciente un gran número de detalles e información, datos que almacena y elabora luego durante la fase de sueño. Es a partir del resultado de este procesamiento que se originan los llamados sueños premonitorios. Para apoyar esta tesis se observa que este tipo de sueño suele ocurrir en períodos de alto estrés o ansiedad del soñador.
La teoría cuántica
La teoría cuántica considera que la realidad está constituida por cuantos, es decir, radiaciones electromagnéticas muy cortas, pulsaciones luminosas muy rápidas movidas por fuerzas no físicas.
En la física cuántica, dos objetos pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo sólo cuando vibran a diferentes velocidades, a menos que no tengan masa, como los fotones de luz. Otros estudios del átomo han concluido la existencia de condensados aún más grandes que comprenden muchos más átomos.
Esta premisa cuántica ha permitido aventurar la hipótesis de la posibilidad de más de un resultado para cada evento. Sin embargo, la hipótesis se refiere necesariamente a un concepto de multidimensionalidad.
Es decir, tal afirmación implica que toda posibilidad ya ha sido creada y está presente. ¿Pero de qué manera?
¿Cómo?
Gregg Braden, un geólogo informático considerado una autoridad en la vinculación del conocimiento del pasado con la ciencia y la medicina, formula la hipótesis de que nuestro mundo está formado por "paquetes de luz" que vibran a diferentes velocidades: en nuestro plano tridimensional estos paquetes, moviéndose lentamente, dan forma, con diferentes vibraciones, a la vida mineral, vegetal, animal y humana tal como la conocemos; en el resto del universo, en cambio, con vibraciones mucho más rápidas, tanto que escapan a nuestra percepción, originan diferentes planos dimensionales: los asientos de las "múltiples posibilidades". Según esta teoría, durante el sueño premonitorio, el espíritu se libera de la materia para proceder por los caminos regulados por los ritmos espacio-temporales universales.
Es de estos viajes y de la información "universal" que obtiene que derivará las intuiciones y presentimientos del sueño premonitorio.
Otros significados:
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