Sueños húmedos: qué son y por qué también los tienes
Los "sueños húmedos" son un tipo particular de sueño que suele dejarnos perplejos por la mañana: esto es lo que significa tener uno.
¿Has tenido alguna vez un sueño húmedo? No eres el único: he aquí por qué ocurre
Todos (¡quien diga que no, miente!) tenemos sueños que nos hacen despertar por la mañana con una búsqueda de energía, sorpresa y también... ¡confusión!
Descubramos juntos qué son estos sueños y por qué ocurren... ¡caliente!
Los sueños son un tema decididamente misterioso.
Todos soñamos (aunque no lo recordemos) y todos estamos sometidos, unos más y otros menos, a su curioso poder.
De hecho, una pesadilla puede hacernos despertar agitados y asustados, ¡e incluso arruinarnos el día!
Un sueño bonito, por otra parte, puede proporcionarnos una mañana feliz y despreocupada: no está mal como primera aproximación al día, ¿verdad?
A veces, sin embargo, tenemos sueños que están definitivamente... ¡prohibidos a los menores!
A menudo nos despertamos de estos sueños muy confusos y ciertamente excitados.
De hecho, lo más frecuente es que los "sueños húmedos" acaben en un clímax real: los hombres lo llaman "poluciones", mientras que las mujeres lo llaman "crisis de secreción".
Términos científicos para definir un sueño que termina de forma... ¡decididamente feliz!
Al parecer, los sueños eróticos ocurren a todas las edades y son independientes de nuestra voluntad.
Las razones por las que las tenemos van desde objetos de deseo (cuando somos más jóvenes), sentimientos de enamoramiento o buenos recuerdos.
En resumen, a todo el mundo le ocurre tener un sueño húmedo: pero ¿por qué?
Según estudiosos e investigadores, como informa Focus, los sueños húmedos son sueños que, al igual que los sueños normales, nos ayudan a liberar nuestro inconsciente.
Seamos claros: si has soñado con dejarte llevar por una persona que conoces y que no te gusta nada, ¡eso no significa que la ames!
Simplemente tu cuerpo necesita liberar los estímulos (y deshacerse de las inhibiciones) que recibes durante el día.
En resumen, todos soñamos con hacer el amor durante la noche aunque los porcentajes señalados por los estudiosos sean muy bajos.
De hecho, ¡sólo el 8% de los sueños son sueños rojos!
Sin embargo, la ciencia ha descubierto que hombres y mujeres sueñan por igual con meterse bajo las sábanas.
Por lo tanto, el mito de que los sueños húmedos son sólo cosa de hombres, ¡no es más que un mito!
Los sueños nos ayudan a escapar de una "prisión" de prejuicios y nos enseñan a escuchar nuestros instintos.
Hay muchas razones por las que soñamos: pueden ir desde haber visto una película especialmente emocionante hasta una simple "señal" fisiológica del cuerpo.
En resumen, ¡es casi imposible establecer una regla que se aplique a todo el mundo! recuerda a nuestros cuerpos el jadeo de las relaciones íntimas.
Por lo tanto, no te preocupes ni te avergüences si tienes un sueño húmedo.
Es simplemente el arrebato (necesario) de tu cerebro que puede ser físico o emocional y la razón por la que lo tienes... ¡puede ser cualquier cosa!
No sólo tienen sueños eróticos las personas muy excitadas o las que llevan mucho tiempo sin hacer el amor: ¡realmente le ocurre a todo el mundo!
Un grupo de científicos de Hong Kong también descubrió un giro interesante.
Existe la posición perfecta para... ¡sueños eróticos!
(Aquí te hablamos de las cinco mejores posturas para el placer femenino: a cada cual lo suyo).
La posición para tener sueños eróticos tiene poco que ver con nuestra guía de sueños lúcidos o con cuál es el verdadero significado detrás de ciertos símbolos oníricos.
Al parecer, dormir boca abajo basta para desencadenar en nuestro cerebro todos los estímulos necesarios para tener un sueño húmedo.
En esta posición, de hecho, nuestros genitales son presionados (suavemente) y esto lograría "activar" nuestro deseo.
Además, dormir boca abajo también dificulta la respiración, lo que recuerda a nuestro cuerpo el jadeo de las relaciones íntimas.
En resumen, un sueño húmedo no es en absoluto un problema: si has tenido uno, sabes que tu cuerpo está intentando deshacerse de una sobrecarga de energía.
A menudo, entonces, nos cuesta recordar la "trama" y nos despertamos sin saber realmente qué ha pasado.
Así pues, nuestra "película privada" es aún más privada de lo que crees: ¡es sólo para tu cerebro!
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